No me corten las alas, prefiero muslo.

martes, 5 de abril de 2011

Al fin una investigación que nos importa algo

¿Cómo saber dónde pararse en el colectivo?

Años hace que esa pregunta derriba sueños de asalariados. Sin duda es uno más de los temas silenciados por el monopolio mediático: ¿cómo saber qué pasajero se bajará antes que otro?
Ya mientras esperamos para colocar la moneda en la ranura ojeamos con disimulo la cancha. No queremos evidenciar el odio que sentimos por los que están sentados, que encima nos miran altaneros.
Los primeros asientos los dejamos, no sea cosa que en la apenas nos sentemos caiga una embarazada y nos devuelva a la popular. Pasamos entonces la meseta del medio, el llano de los resignados, los que ni siquiera guardan la esperanza de hacer una paradas sentados.
Ya estamos en el fondo. Sector 20-40 años. Acá la batalla es más dura, nos batimos palmo a palmo por el asiento. Rápido tenemos que mirar que asiento vamos a bloquear, es una apuesta a todo o nada. La viejita con la cartera pegada a su pecho puede ser, nunca con los que leen, esos van hasta la terminal. Seguimos de largo con el treintañero dormido y finalmente nos quedamos con el pelado que tiene una pierna afuera y mueve la cabeza de arriba a abajo buscando la señal que le diga que tiene que bajar. Sí, ese es nuestro.
Coloco la mochila hacia adelante y bloqueo el asiento tomandome con ambas manos a las manijas de los respaldos. Sonrío. Miro a mi alrededor y pienso "giles"
¡No! Sin embargo, en una jugada de pizarrón, un recién llegado pasa por debajo de la cartera de la secretaria, se toma apenas con una mano de la baranda vertical justo para quedarse con el agujero dejado por el engañoso dormilón treintañero. Siempre lo mismo, el falso dormido para no dejar el asiento.
El pelado se bajó después que yo.

2 comentarios:

  1. Para los que repiten a diario el trayecto hay más claves que evaluar. Por poner ejemplos: si el bondi pasa cerca de una universidad buscamos uno con cara de estudiante, una carpeta con apuntes, o algo por el estilo. Un hospital podría ser otra clave, aunque ya no se usa tanto el estetoscopio por fuera de la campera.

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  2. Muy buena observación la del anónimo. Yo elijo siempre ubicarme al fondo, cosa de tener cercado al último asiento individual y, al menos, dos o tres de la fila del fondo.

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